domingo, marzo 04, 2007

Sequedad

En si, seguía buscando un crecimiento interior a partir de afuera como es debido. Pero esperaba a que ciertamente el exterior transformara mi interior y yo dejarme llevar por ese humo encandelado que brilla a tan solo a luz, de colores grises.

Como el humo del cigarro, que es una danza con los vientos que se lo llevan, una danza eterna hasta que se extingue.

¿Me he dejado llevar entonces por la inspiración que deseo provenga de afuera, como si alguien impusiera palabras en mis manos y en mis pensamientos para luego trabar galimatías dentro y fuera de mí?

Y allí nacen las eternas cuestionantes de querer saber de donde proviene mi corriente idealista.
¿De las danzas eternas de los humos grisáceos? ¿De los efímeros golpes de céfiros lejanos provenientes de yermos que desconozco?

He de preparar mis cimientos para que se alojen mis letras, un cimiento que esté preparado para recibir cualquier hecho ya se haya convertido metáfora.

¿El daño ha de proseguir para que yo sienta el deseo de escribir algo que nazca de mi interior?

¡Pesadas han sido las horas en que he soltado la cabalgata de mis manos con las frías manos del teclado!

De verdad es un frío que no soporto, que ni mi pequeño lector imaginario podría percibir, porque hace de mis letras una imagen helada que me da escalofríos.

Ahora mismo, he, o más bien, quiero dejar de escribir para un tercero imaginario.
Deseo soltar mis penas y mis cuestionantes ¡¿pero dónde se han ido ellas?!

Las necesito, mis meras cuestionantes pasajeras que respondían a mis inquietudes de la existencia.
Que brotaban por sí solas, de hojas pisoteadas, de cielos claros con nubes sucias, de pensamientos llevados por el viento.

He aquí entonces la búsqueda de verdadera conciencia, para dejar de lado toda existente maquinaria alborotada que posea de mí: una mente seca sin proyecciones.

Oh queridas que han sido mis primeros pasos, y ahora me han abandonado en medio de una llanura yana a la que no puedo elegir a conciencia a donde he de marchar. ¿Volverían para que oigamos juntos lo que nos susurran los vientos en las copas de los árboles?

martes, febrero 06, 2007

Una verdadera búsqueda

Un silencio, inquietante y feroz recorrió las paredes; pero el alma del ente absorto de toda existencia “común”, pareció a gusto con semejante ataque de susurro mudo.

A su interior, en escondrijos de semejante laberinto para un ser de poco entender, recorría el ente su alma con mucha facilidad, como quien recorre calles para llegar a su casa. Inefables paredes para un relator sin experiencia, cuyas eternas paletas coloríficas no divulgaban en el tedio del mundo actual, cuya sensibilidad suponía ir más allá que un simple brotar de una flor en el alba.

Eran bosques con colores que no podía ver, puesto que recurrí a extranjeros sentimientos que no suelen recorrer ni mi mente ni mi cuerpo nervioso; cerré los ojos y visualicé mejor.

Un estado que no va ni propenso ni cercano al budismo, ni a la niñería caprichosa del nirvana. No es un encontrarse consigo mismo, sino un eterno buscar de lo que realmente somos y no queremos.

No forma parte de un placer, ni cosa cercana a un vulgar sentimiento.

Es encontrar praderas llanas cubiertas de armoniosas cánticos, derramados con abigarrados e inescrutables senseres, que llamaría a los verdaderos sentimientos de un ser que recorre lejos la “supuesta conciencia humana”. En un dominio vulgar: “abrir los ojos; algo más allá que un simple paisaje lleno de verdor, flores, y lágrimas de noche”.



 

lunes, enero 29, 2007

En la adversidad

En un pozo de agua fría, hundido en lo más profundo de la tierra; he caído yo debido a mis fechorías en ella, puesto que en la mayor de mi actividad moral les objeté que ellos no creían en Dios. Fui torturado, azotado con mil látigos y luego hecho a caer en este profundo pozo oscuro… incluso he sopesado que la luz del final de éste, no existe; ¡oh, no hay salida!

Dios mío que me has hecho seguir tus palabras para que éstos se den cuenta que no siguen tus enseñanzas ¿pero hacía falta hacérselos ver de tal manera para caer en semejante pozo? ¡Oh Dios, que le has enseñado a los humanos a esclavizar a sus semejantes; pero me has elegido a mí para reprocharles! Y nada he conseguido y aquí me has de ver.

Encontrase un papel, y en él, escribí metódicamente lo pautado de mis pensamientos: “Padre, ¿son éstas enseñanzas vuestras? ¿Torturasen tus hijos a sus hermanos, que también son hijos vuestros, parte de tu espíritu?” Oh, no pienso, no pienso; he derrotado mi mente y mi espíritu controla tan solo mis burdas manos, y éste, prosiguió en su letrado: “El caos controla la mente humilde de los humanos, y el diablo se ha hecho poseer, porque el pueblo cree en el egoísmo y allí, busca la felicidad”.

Leí mi trozo de papel con los derrames de inescrutables letras en voz alta y exclamé: “Dios que humilde es tu morada, en mi trozo de alma inserto en esta carne esclavizada; el individualismo ha poseído a los humanos y eso no he de soportar”. Dicho esto mientras mi voz entrecortada, un pequeño círculo de luz se abrió en el cielo mientras la unión entre mi tierra y ella aún era oscura. Escribí mientras sonriente divisaba mi viejo letrado: “Señor, que has dicho que el Diablo posa sus pies sobre la tierra, pero si él controla a tus hijos ¿Cómo le haremos creer que vuestra palabra es más santa?” Respondiose con mi avejentada mano: “Hijo mío, que has seguido mis enseñanzas”.

7 Escalones de luz se crearon en dirección hacia el pequeño círculo de cielo, pero aún no muy cerca de él. Escribí: “Respeto hacia ti Señor, pero algo me confunde ¿No es sino el caos en la tierra más fácil de conseguir hacia la felicidad que vuestras palabras?”. “Hijo, que tu mente no confunda a tu espíritu. Vuestra Iglesia ha manchado la cara de mi Reino, y sus burdas palabras han penetrado tu alma. Es sino el caos en el mundo una máscara de la felicidad”

Cegado por la luz, se crearon 7 escalones más hacia arriba que en unión se visualizaban muy cerca del cielo. “Entonces Padre mío, ¿cuál es el verdadero camino a la felicidad que profesas?” “Está en el pueblo”. Confundido por esto, clamé en voz alta: “Pero señor, ¿no son vuestros propios hijos quienes me han enterrado en este foso?” Al decir aquello, 7 escalones más nacieron entre la tierra y el cielo… y sin recibir respuesta alguna, trepé por ellos. Al llegar arriba, en mi papel mi mano clamó: “Hijo mío, que nacido tu coraje en la adversidad; tu soberbia ha muerto al caer en vuestro foso, que tan solo es tuyo, y nacido de él, vuestro lápiz y vuestro papel”. Al leer esto, alcé la vista y vi como una masa de humanos se me acercaban y al unísono clamaban: “¡Es un ángel, y lleva la Biblia en sus manos!”

¡Escritores que sois la mano del señor y vuestra alma única en el mundo ha sido sembrada por los hombres carentes de la realidad y ahítos de caos!

lunes, octubre 23, 2006

Ojos de Música y Melodía~

     Si, existe la simpleza de los ojos diarios: los que limpiamos cuando suelen llorar, los que necesitan de un "cierto" aumento para lograr ver, pero ¿para ver qué? se dirán [o al menos eso espero que se digan].

"Si nuestros ojos miran y nosotros lo mirado queremos expresarlo, necesitaremos de otro medio: el de las palabras. Las palabras suelen acercarse más prontamente a lo que ve el ojo humano, incluso me atrevo a decir que son de la misma ciencia, pero ¿será en sí esa imagen que percibimos, la verdadera?, la palabra, además de ser imprecisa, se acerca un poco a la percepción de las cosas; donde cada percepción [donde difícilmente se puede rehuír a lo que se está viendo, porque ser cínico es difícil en estos casos cuando la vista es innata], donde cada percepción - repito - es un fragmento de la realidad, pero no en  de la verdad. La verdad es más que una realidad, sino, un conjunto de realidades donde se imprecisa el uso de subjetivismo; única e inigualable."

        El título nos menciona otra cosa: "Los ojos de la música y la melodía". Si tan solo nos pusiéramos a pensar en lo que es un ojo [olvidándonos (si alguno supiera) de su etimología] nos daríamos cuenta sencillamente, que es un medio por el cual nosotros podemos ver una realidad. Pero esta "visión" que tenemos de la presunta realidad, se ve interrumpida por diversos factores medios; donde destacaré (según lo que quiero explicar), el tema de la Música.

        Si es cierto, algunos escritores cuando la musa inspiradora plega sus alas y les permite ver el mundo desde lo alto con otros ojos, podemos entre medio de tal inspiración oír algunas notas armoniosamente musicales. Según lo que pienso, la Música tiene sus propios ojos (al igual que la misma musa), y estos ven a través de los nuestros haciendo de la realidad una cosa impredecible. Y eso es por decirlo ménos, porque la música es tan solo un medio más que interrumpe la supuesta "verdadera visión", entonces ¿esa verdad pura que buscamos exisitirá realmente?.

        Yo, que no soy escéptico a tales "afirmaciones", y que ADEMÁS estoy oyendo música en este momento; pero soy fiel a que la verdadera "visión" existe; pero ahí a que el hombre la encuentre, lo dudo.



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